Gunas: fundamento y equilibrio interior
- yanarisgarcia
- 9 ene
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Según la filosofía Sāṃkhya, la danza entre Purusha y Prakriti dio lugar al universo. Purusha, la pura conciencia, estaba desprovisto de materia, mientras que Prakriti, la materia primigenia, carecía de conciencia. El resultado de esta unión de energías masculinas y femeninas, positivas y negativas, generó todo lo que existe.
Prakriti, llamada también la materia primordial, tiene tres atributos inherentes que se mantienen en equilibrio perfecto en su estado no manifestado. Cuando el equilibrio se pierde, surgen las múltiples formas de la creación. Estas cualidades se denominan Mahāguṇas que se manifiestan tanto en la mente, como en el mundo físico:
Sattva: asociado con la armonía, la lucidez, la espiritualidad y la pureza.
Rajas: relacionado con la acción, la pasión, transformación y el movimiento.
Tamas: que aporta inercia, pesadez y oscuridad.
De la interacción de los mahāguṇas surgen los Gurvādiguṇas, así como los 5 elementos o mahabhutas. Toda la materia puede clasificarse utilizando estos diez pares de opuestos. Existen en todos objetos y situaciones de la vida. Siempre se pueden observar y utilizar para comprender la creación. Proporcionan un modelo de trabajo del universo sutil y observable. A través de ellas podemos comprender el equilibrio natural de la naturaleza, y de nuestro cuerpo, que funciona a través de fuerzas opuestas para mantener el equilibrio. Por tanto, reconocer estos pares y las cualidades predominantes es clave para entendernos y corregir desequilibrios de manera sencilla.
Guru (pesado) ↔ Laghu (ligero)
Manda (lento) ↔ Tīkṣṇa (agudo)
Hima (frío) ↔ Uṣṇa (caliente)
Snigdha (untuoso) ↔ Rūkṣa (seco)
Ślakṣṇa (liso) ↔ Khara (áspero)
Sāndra (denso) ↔ Drava (líquido)
Mṛdu (suave) ↔ Kaṭhina (duro)
Sthira (estable) ↔ Cala (móvil)
Sukṣma (sutil) ↔ Sthūla (tosco)
Viśada (claro) ↔ Picchila (turbio o pegajoso)
Por ejemplo:
Si el entorno está demasiado frío y húmedo, incorporar cualidades cálidas y secas (comidas calientes, especias como jengibre o canela) ayuda a restablecer el balance.
Si notas un exceso de Tamas (apatía o pesadez), puedes despertar Rajas (más actividad física) y/o nutrir Sattva (hábitos ligeros y conscientes) para sentirte renovado.
Por otro lado, un exceso de Rajas (impaciencia, nerviosismo) puede equilibrarse con pausas, meditaciones suaves y alimentos que promuevan la calma.
La clave está en la observación consciente de estos atributos. Al reconocer qué guṇa predominan en cada momento, ajustamos nuestra alimentación, rutinas y prácticas cotidianas para alcanzar mayor armonía y bienestar integral.
¿Te animas a descubrir cuál guna predomina justo en este momento que estás leyendo este post? ¡Cuéntame en los comentarios!
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