La Naturaleza, la Maestra

Me gusta reflexionar sobre el año que se cierra y el que se aproxima, cerca de la naturaleza, de la calma. Para esta ocasión escogí ir al Arboretum de Kalmthout. Una amiga muy querida me hizo descubrirlo y fue una de las cosas más lindas del 2024. Esta vez con un espíritu y un objetivo diferente, la experiencia también fue diferente.

La Ayurveda recopila miles de años de observación, no solo sobre nuestra fisiología y el efecto del medio ambiente en nosotros como humanos, sino también de la naturaleza. Los rishis o sabios observaban y estudiaban la naturaleza para entender muchas de las cosas que suceden en nuestro cuerpo y no podemos ver. Nosotros podemos hacer lo mismo.

La observación de la naturaleza es una invitación a la reflexión de nuestra naturaleza. Es una invitación a observar y comprender la individualidad y la diversidad en todo su esplendor. Es una invitación a la aceptación de nuestras debilidades, de nuestras fortalezas, y las de los demás; a aprender a vivir con ellas desde el amor, el respeto y la bondad. A vivir en comunidad respetando eso que nos hace únicos, pero formando parte del todo. A entender el efecto de las estaciones, de los elementos y respetar los ritmos que estos marcan.

No hay que ser un terapeuta ayurvédico, profesor de yoga o similar para emprender ese camino hacia el interior. Este viaje simplemente empieza con un deseo de tener una vida más armónica y más en equilibrio con todo lo que nos rodea, empezando con y por nosotros mismos.

Te invito a hacer una pausa, salir a un parque, un bosque o incluso mirar el cielo desde tu ventana. Observa un árbol, una flor, el viento moviendo las hojas, y reflexiona: ¿qué te enseña este momento? Si puedes, escribe lo que descubres, por pequeño que parezca.

Así como cada hoja encuentra su lugar en el árbol, cada uno de nosotros tiene un papel único en este gran tejido de la vida. Observa, aprende y vive en armonía con la naturaleza que te rodea y la que habita en ti.

Un saludo y Feliz Año Nuevo

Hari Om